El descanso: encuentro íntimo que se evita
Hola a todos!! En el artículo de hoy quisiera tratar el tema del descanso. Parece bastante apropiado para estos momentos en que por circunstancias de salud estamos promovidos a realizar descanso «obligatorio».
El descanso es un aspecto importante en nuestras vidas que puede tener diversas interpretaciones según las creencias familiares.
Y para sacar una conclusión del tiempo aproximado que se necesitará, nos basamos en cómo el paciente o los pacientes van llevando el proceso.
¿Qué significa para ti el descanso?
El descanso lo podemos definir por lo que creemos que no es, como decir que es la falta de actividades que consideramos útiles o productivas. O se puede sentir como un momento muy esperado y necesario por tanto cansancio acumulado y difícil de alcanzar. O que es un espacio que nos produce temor, sensación de vacío, aburrimiento. O es un momento relacionando con la pereza y la vagancia.
También lo podemos vivenciar como parte del proceso de vida, un momento de encuentro con uno mismo.
Cada una de estas interpretaciones sobre el cansancio son dadas por la sociedad y por las creencias familiares.
La importancia del descanso y sus beneficios
Un espacio para asentar lo que ha estado en movimiento creando una base sólida, ayudándonos a integrar lo que hemos vivenciado. Es tan importante la actividad como el descanso para cerrar ciclos, superar dificultades, resolver conflictos y tener una mejor calidad de vida.
Es el hacer desde el placer. Es un tiempo en que me desconecto del deber y me conecto con el querer. El descanso no está en relación a lo que hacemos o dejamos de hacer sino de cómo sentimos ésto.
Recargarnos de fuerza. Nos ayuda a poner toda nuestra energía en nosotros mismos, todo nuestro cariño y dedicación va hacia nosotros, nos prestamos atención, no nos obligamos a hacer nada que no queremos, estamos atentos a que necesitamos.
Sentirnos presentes en el momento con lo que tenemos.
Me doy importancia a mí y a lo que me rodea. Cuando nos tomamos un descanso no quiere decir que el resto no nos importa sino porque nos importa es que nos tomamos un descanso porque en tanto me doy importancia es que doy importancia a lo que me rodea.
No darnos el descanso puede producir estos efectos adversos
Irritabilidad, pérdida del humor, hipersensibilidad emocional.
Falta de consciencia de sí mismo: perdemos la consciencia de nuestro cuerpo y nuestras necesidades físicas, emocionales y mentales.
Mayor necesidad de control y perfeccionismo y al mismo tiempo mayor posibilidades de error, insatisfacción generalizada.
Dolores físicos: dolor de cabeza, insomnio…
El descanso como un espejo
La relación que tengamos con el descanso nos refleja otros aspectos de nuestra personalidad.
Imprescindible
Es un aspecto que se puede activar cuando nos planteamos realizar un descanso porque sentimos que sin nosotros no se hace nada, no se avanza o no se hace correctamente. Entonces nos cuesta delegar responsabilidades. Al sentir que “no salen bien las cosas si no estoy yo” interrumpimos nuestro descanso.
Perfeccionista-controlador
Este aspecto, que colabora con el anterior, nos lleva a tener objetivos inalcanzables, deben ser perfectos, no debemos dejar nada al azar, ni delegar responsabilidades y necesita saber todo lo que pasa. Para sostener ésto es necesario estar siempre activo, planificar un descanso es totalmente contrario a los objetivos. Esta exigencia de estar siempre activo, sin descansar nos crea mayores posibilidades de error y el objetivo siempre quedará inalcanzable por lo que seguiré activo para alcanzarlo.
Altruista
Nos sentimos responsables de realizar ciertas actividades generalmente para los demás y que si no las realizamos faltaríamos a nuestro deber, por lo que a nuestro pesar seguimos realizándolas. El descanso lo interpretaríamos como pensar en nosotros mismos, sería ser egoístas, lo que no está permitido por nuestra creencia.
Temor al contacto íntimo con nosotros mismos
El descanso para éste aspecto es un espacio peligroso porque nos enfrenta a nosotros mismos, nuestras heridas, tristezas, miedos por lo que nos llenamos de actividades para que este temido encuentro no se produzca.
Miedo al vacío
“Si me detengo siento que me muero” es una sensación que nos puede generar la necesidad de estar siempre activos, nos llenamos de actividades para estar conectados con la vida.
¿Cómo hacer del descanso un espacio para revitalizarnos?
- No esperemos necesitar el descanso sino que lo podemos integrar como parte del movimiento de nuestra vida, no hay que estar agotados para dedicarnos un tiempo exclusivo a nosotros mismos.
- Elegir el momento adecuado para el descanso para no interrumpirlo.
- Realizarlo frecuentemente así los descansos no son forzados por el agotamiento, sino que elegimos el momento oportuno.
- No dejes coses que consideres que quedan pendientes sin que alguien pueda sustituirte, para que en tu momento de descanso no te quedes pensando si ésta situación se resuelve o no.
- Crear una relación fluida entre el descanso y las obligaciones, entre la tensión y el relax.
- Reconocer nuestros límites y necesidad de descanso.
- Darnos permiso a retirarnos de las actividades y el fluir de las obligaciones y no estar presentes todo el tiempo.
El descanso tiene que ver con hacer actividades en las que nos la pasamos bien, que nos sentimos en el lugar adecuado, fluido y sin esfuerzo.