¿Cuánto tiempo durará la terapia psicológica?
Hola a todos! Una de las primeras preguntas con las que más me encuentro en el primer contacto telefónico para pedir una sesión de psicoterapia es ¿cuánto tardaremos en solucionar su problema?.
Como lo he comentado en otros artículos, es totalmente normal y lícito hacer esa pregunta, como también lo es, además de ético, no responderla con un tiempo determinado.
En este artículo me gustaría profundizar en la respuesta ya que no es tan lineal de contestar y en el mejor de los casos, si conozco a las personas y al problema, se puede llegar a estimar un tiempo determinado pero para nada exacto.
Y para sacar una conclusión del tiempo aproximado que se necesitará, nos basamos en cómo el paciente o los pacientes van llevando el proceso.
5 aspectos de determinan el tiempo de cambio y resolución del problema
1. El tiempo que hace que se está sosteniendo el problema:
Las personas solemos pedir ayuda cuando el problema se hizo insostenible. En general, no tenemos una política preventiva con nosotros mismos. Lo que buscamos es sanar la enfermedad y lo mismo lo hacemos a nivel psicológico, relacional, social o laboral.
Por ejemplo, en los ataques de ansiedad, las personas buscan ayuda profesional cuando estan al límite. Han pasado tiempo sosteniendo pequeñas dosis de ansiedad y estrés y con el tiempo el cuerpo no sólo se resiente y se pone cada vez más reactivo, sino que también se acostumbra a avisarnos de esa manera. Por lo que modificar ese hábito dependerá de cuánto hemos «aguantado el malestar».
Podemos verlo también en la terapia de pareja, que vienen por una infidelidad. Hay parejas que ya vienen desconectadas amorosamente mucho antes de la infidelidad. El problema relacional se estableció mucho tiempo antes de la evidencia de infidelidad. En estas situaciones, la pareja no tendrán las mismas herramientas para poder superar la crisis en poco tiempo ya que necesitarán primero volver a conectar entre ellas.
2. El compromiso y la disponibilidad a afrontar el problema y asumir el cambio:
Hay una experiencia que puede ayudarnos a entender mejor la variable del compromiso con el tratamiento y la disponibilidad.
Cuando varias personas experimentan una misma discusión veremos las diversas reacciones que pueden suceder. Algunas se pondrán en un rincón sólo de observadores no implicándose, otros querrán converncerse los unos a los otros con diferentes argumentos mentales, otros se expresaran emocionalmente sobre la discusión, otros se sentirán agredidos y víctima de los demás, otros se pondrán agresivos y querrán imponer su opinión, otras escucharan y sacaran nuevas conclusiones, otras admitirán en qué se han equivocado y se reafirmarán en lo que creen, otras se dejarán convencer sin criterio propio, y podría seguir escribiendo sin parar. Son tantas las reacciones que podermos tener frente a una misma situación.
Y cada una de estas reacciones producen resultados diferentes. Por lo que frente a la situación problemática que enfrenta el paciente y las posibilidades de cambio, dependerá también de cómo, en ese momento de su vida, reacciona frente a ella.
3. La historia infantil de los pacientes, cómo ha sido los puntos de apoyo parentales:
Es real que hemos vivido historias infantiles muy diversas, que nos han aportado diversas herramientas y nos han hecho carecer de otras. Todo un bagaje de experiencia de amor parental, creencias familiares y sociales que han ido ayudando a crear nuestra personalidad y el cómo vivimos nuestra vida.
Cuando alguien entra en sesión, entra con todo este mundo interno. Y según qué parte toque de este mundo interno, el problema que está vivenciando, influenciará en cuánto tiempo le lleve transformarlo.
Un problema laboral no es lo mismo para una persona que sus padres ha sabido darle autonomía y encontrarse con lo que quiere, que otra con padres ausentes, con baja autoestima y que no siente el valor interno suficiente para afrontar el problema sin sentirse que se derrumba.
4. Apoyo actual en relación al trabajo, familia, amigos, propio cuerpo, etc.
Afrontar las vicisitudes de la vida y superarlas está determinado por el momento actual del paciente. Podríamos decir que una persona que tiene un problema con su pareja podrá superarlo mejor y en menos tiempo si se siente apoyada por su familia de origen, si está trabajando y se sostiene económicamente, si su cuerpo está sano, si tiene amigos cercanos e íntimos que son un apoyo, entre otros. Si carece de uno, algunos o muchos de estos apoyos el tiempo que necesitará para transformar el problema será «probablemente» mayor.
5. El tipo de relación que se establezca con el psicólogo:
Para que una relación terapéutica sea fructífera es necesario que se establezcan poco a poco algunos elementos como que haya confianza mutua, que cada uno sostenga su lugar de valor sin interferir en el del otro ni delegar el poder en el otro y desde ahí poder co-crear juntos el cambio. Cuando la relación no conlleva estos términos aparecen bloqueos propios de la relación que obstaculizan el progreso.
Balance de tu progreso
La recomendación es que no te desconectes de cómo te sientes y cómo vas progresando en tu terapia.
Detente con tu psicólogo a ver en profundidad cómo lo estas llevando. Analiza en los cambios que deseas en relación al tiempo transcurrido cuánto hay de cambios logrados, cuánto de autoexigencia y no permitirte el proceso de aprendizaje, si tienes ansiedad a querer cambiar ya, cuánto de bloqueo y puntos a enfocarte para mejorar hay en tu proceso.