Dependencia emocional en la relación de pareja

Con esta lista de estilos de apego podrás identificar cuál tienes más desarrollado y en qué áreas de tu vida se manifiestan con mayor intensidad o que crees importante ocuparte de ello.

Niños que se han sentido queridos y aceptados por el circulo familiar ya que los adultos han estado disponibles y han sentido empatía y respeto por su forma de ser y por su manifestaciones emocionales. Son niños que saben que pueden volver a recurrir a estas figuras cuando se sientan vulnerables, miedosos o molestos. Esta vivencia infantil lleva a tener relaciones de pareja donde se sienten cómodos y amados sin la necesidad de que el otro les dé garantías de un futuro juntos. Vivencia tanto el contacto íntima afectivo como la distancia como parte de la experiencia amorosa. Tienen una comunicación asertiva sobre sus necesidades, pensamientos y emociones.

Son niños que ha experimentado adultos distantes afectivamente, que no han satisfecho sus necesidades emocionales por ser consideradas poco importantes. Estos niños en una relación amorosa cercana e íntima se sientes incómodos. Rechazan las demostraciones de afecto y la dependencia emocional.

La experiencia de necesitar del adulto será desestabilizadora por lo impredecible e incoherentes de estos adultos que lo cuidan, ya que pueden ser por momentos muy presentes y disponibles para este niño como ser distantes y abandónicos o generar mayor malestar. Por lo tanto, en sus relaciones de pareja pueden tener esa misma incoherencia, tienen el temor de ser abandonados y rechazados pero al mismo tiempo les cuesta sostener una conexión íntima o se sienten agobiados.

El niño sigue necesitando a la figura de estabilidad cerca suyo sino les genera inseguridad y ansiedad ya que los adultos que lo cuidan son inestables e inconsistentes. Pueden satisfacer muy bien sus necesidades o no ser atendidas o entendidas correctamente. En la vida adulta son personas con inseguridad y miedo y esto lo llevan a sus relaciones amorosas. Tienen miedo a ser abandonados y necesitan el contacto cercano con su pareja como garantía de no ser abandonados.

Si nosotros, según la experiencia que tuvimos de niños, creemos que no tenemos las herramientas suficientes para protegernos, cuidarnos y darnos seguridad entonces lo buscamos afuera de nosotros mismos y por ésto generamos relaciones de dependencia amorosa.

La  dependencia emocional patológica  (DAP) en el vínculo amoroso es un patrón de necesidad y apego afectivo que generan conductas tóxicas y nocivas que perjudican a ambos integrantes. Existe, siempre teniendo en cuenta que los diferentes niveles de intensidad, un desequilibrio en el área afectiva.

Este desequilibrio emocional que se siente, se busca compensar con la pareja, se busca que la pareja llene ese  vacío angustioso . Por lo tanto, la propia pareja y la relación, rápidamente pasan a ser el centro de la vida, existe una necesidad constante de la presencia del otro y el miedo exagerado a perderlo y quedarse en soledad.

Ésta situación tiene diversas características:

1. El estado de ánimo está en función de cómo funciona la relación de pareja;
2. Se prioriza tanto el mundo amoroso que las demás áreas se descuidan, la relación se antepone ante todo hasta por encima de si mismo;
3. No se puede concebir la propia existencia sin la presencia de la persona que se ama;
4. Se tiene la sensación de que su relación de pareja tampoco les hace felices como desea ya que está basado en la sumisión, idealización y control, debido al pánico al rechazo o abandono;
5. Se necesita tener un vínculo de exclusividad y estar en contacto constante.

Las consecuencias de esta situación también son diversas y altamente nocivas:

1. Se puede preferir tener una relación afectiva negativa antes de enfrentarse a la ausencia de su afecto ya la temida soledad y vacío. En este punto se llega a tolerar el maltrato tanto psicológico como físico, la falta de respeto, el control excesivo, las infidelidades, el abandono esporádico emocional, el tal de que su pareja no abandone la relación, es como darle la bienvenida a un cheque en blanco;
2. Una degradación importante de la autoestima, de la autonomía y seguridad en sí mismo; la integridad de la persona queda limitada;
3. Dedicar todos los momentos de ocio a la pareja dejando aficiones, relaciones sociales y amistades para tener todo el tiempo para la pareja;
4. Si se produce la ruptura el sufrimiento se alarga en el tiempo y la operación del día se hace más difícil llegar a afectar más las áreas de la vida, Desarrollo de una depresión con pensamientos repetitivos y angustiosos en relación a la pérdida, poner la mirada siempre en el pasado con los recuerdos, ver el futuro solo para armar estrategias para recuperar ese amor, culpabilización por los supuestos errores cometidos, etc.  Es decir que se continúa centrado en la relación y se olvida de su propia vida e integridad.

En los casos en que la dependencia tiene la intensidad suficiente para afectar a la persona de forma significativa, recurrir a un psicólogo  para realizar un tratamiento psicoterapéutico ayudar a la persona en su estabilidad y fortaleza interna para así, poco a poco ir relacionándose con sí mism @ y con el mundo de una forma diferente. Puedes ver más al respecto en el artículo sobre vacío emocional.

Como siempre, nuestro hincapié está puesto en el autoconocimiento, en ocuparnos de nosotros mismos, de recuperar la responsabilidad de nuestras experiencias de vida, de la mirada dirigida hacia el interior, la pregunta es ¿Cómo me siento? ¿Qué pienso?

Un saludo para tod@s,

Jaquelina Pievaroli

Psicoemo – Psicólogo en Barcelona